UNA VISIÓN PARTICULAR
DEL CHORLITEJO PATINEGRO
EN GRAN CANARIA (2004-2009)
Efectuado por: JOSÉ GARCÍA MONZÓN
1. Introducción.
La costa grancanaria, especialmente en su vertiente este y sur, presenta unas características (litoral bajo, zonas encharcadas con densa vegetación, salinas, plataformas intermareales, etc.) que ha permitido la presencia de grupos de aves acuáticas a lo largo de todo el año, llegando algunas de ellas a nidificar. Son unas pocas las especies relacionadas con humedales que hayan criado en la isla en la última década, siendo sólo cuatro las que se han reproducido con regularidad: Gallineta común, Focha común, Chorlitejo chico y Chorlitejo patinegro. De ellas, la más relacionada con las áreas costeras y aledañas es esta última, ya que las otras son más frecuentes como nidificantes en zonas encharcadas del interior de la isla (presas, charcas de riego, etc.). Por ello, es de singular importancia el seguimiento del “patinegro”, no solamente para verificar su evolución poblacional sino como elemento de referencia para comprobar la salud general de los hábitats costeros de Gran Canaria.
Durante cinco años, se han realizado más de 700 salidas por diferentes puntos costeros (concretamente, siete) para efectuar conteos de las aves acuáticas presentes y comprobar la evolución temporal de sus poblaciones. Y una de ellas es la de los ejemplares de “patinegro” presentes tanto en las épocas de nidificación como durante el resto del año. Se ha de comentar que no se han visitado todas las áreas con condiciones para la observación de esta especie (faltan zonas como la playa y graveras de Vargas, zonas al norte de la Montaña de Arinaga hasta la Punta de la Sal -ambas en el municipio de Agüimes-, desembocadura del Barranco de Tirajana -en los límites de los municipios de Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana- o la Punta de Tarajalillo -San Bartolomé de Tirajana-), pero los censos efectuados nos pueden dar una imagen aproximada de la situación general de la especie y la tendencia poblacional en la isla.
Vista parcial de las salinas de Arinaga
Los siete puntos costeros donde se han efectuados los conteos son:
Bocabarranco (BOC.) – costa de Jinámar, en el municipio de Telde
El Bufadero – La Garita (BUF.), en el municipio de Telde
Salinas de Arinaga y aledaños (S.A.), en el municipio de Agüimes
Salinas de Tenefé (S.T.), en el municipio de San Lucía de Tirajana
Costa de Castillo del Romeral – Central Térmica de Juan Grande (C.R.), en el municipio de San Bartolomé de Tirajana
S.I.C. de Juncalillo del Sur, desde el núcleo de El Castillo del Romeral hasta las Salinas de Abajo (J.S.), en el municipio de San Bartolomé de Tirajana
Charca de Maspalomas (C.M.), en el municipio de San Bartolomé de Tirajana.
En total, desde el día 1 de mayo de 2004 hasta el 31 de mayo de 2009, se han efectuado 742 salidas a las diferentes áreas siendo observado el Chorlitejo patinegro en 251, es decir, el 33,83% del total de las visitas a estos espacios. En total, se han contabilizado 1.842 ejemplares durante estos cinco años. Sin embargo, no se ha realizado un igual número de salidas a los diferentes puntos por lo que conviene saber la media de individuos observado en cada una de las zonas. Los valores medios serían:
Ante esta visión, la zona donde se concentra un mayor número medio de aves sería el entorno de la Charca de Maspalomas, con una media de 8 ejemplares y acumulando casi la mitad de toda la población contabilizada, seguido por las salinas. En tres zonas (Bocabarranco, El Bufadero y Castillo del Romeral) los valores son simbólicos, con observaciones ocasionales, no llegando a representar ni el 1% de las aves censadas. Pero hay un dato que sorprende: la nula observación de ejemplares en el área de Juncalillo del Sur, donde hace años se le consideraba un ave emblemática y fue uno de los valores para su declaración como espacio natural protegido. Desde el otoño del año 2001, no he constatado su presencia aunque no se descarta una presencia esporádica de algún individuo.
De las 251 salidas de campo donde se ha observado la especie, en un porcentaje elevado (un 54,18%), corresponden a avistamientos de más de 5 ejemplares en la zona analizada. Concretamente, la distribución por número de aves observadas sería:
2. Distribución anual de las observaciones. Aves nidificantes.
Los censos han posibilitado la realización de una distribución temporal de los ejemplares durante el año, ya que la especie presenta fluctuaciones durante los diferentes meses del año.
Tomando como referencia la media de unos 16 ejemplares (línea roja), el mejor período de observación de la especie sería entre los meses de julio a noviembre, con máximo en agosto donde se roza una media de 30 ejemplares. Durante el período reproductor, que se extiende de febrero hasta agosto, la mayor parte de los meses presentan unos valores relativamente bajo de individuos, llegando en algunos a no superar la media de 10 ejemplares, por lo que ya podemos suponer que el número de parejas reproductoras es muy escaso. La media se situaría en solamente 2 parejas nidificantes, con reproducción ocasional en las salinas ( Arinaga -año 2004-, y Tenefé -años 2006 y 2007-). Sólo se ha registrado la cría regular de 1-2 parejas en el entorno de la Charca de Maspalomas. Con estos registros, podemos considerar que esta especie está al borde de desaparecer como nidificante en las áreas analizadas y, en base a los datos obtenidos en el resto de la costa, de toda la isla de Gran Canaria. El incremento poblacional a partir de julio se debe corresponder, preferentemente, con la llegada de ejemplares en migración ya que coincide con la entrada masiva de otras especies y no a una concentración de la población reproductora. Esta afirmación se efectúa ya que el número de individuos casi se triplica entre los meses de junio y agosto, no correspondiendo solamente dicho aumento a los pollos volanderos nacidos en las zonas analizadas ya que la media es de 5 pollos / año.
Pollo de Chorlitejo patinegro (Charca de Maspalomas – 2007)
3. Tendencia poblacional interanual.
La forma más fácil de ver la tendencia poblacional a lo largo de estos últimos cinco años es mediante la siguiente tabla donde se observa la media de aves durante el año:
La mayor parte de las observaciones han sido realizadas en tres áreas: Salinas de Arinaga, Salinas de Tenefé y Charca de Maspalomas. Gráficamente, la distribución media de las aves censadas en estas zonas sería la siguiente:
La tendencia poblacional ha sido diferente en cada una de ellas:
Salinas de Arinaga. La evolución ha sido completamente negativa, con una disminución de un 76,70%, pasando de una media de unos 8 ejemplares a escasamente 2 individuos.
Salinas de Tenefé. En el primer año no se observó ningún ejemplar, pero la tendencia posterior fue alcista con su máximo en el período junio 2006-mayo 2007, para después descender significativamente coincidiendo con el abandono de la actividad de producción de sal desde el mes de marzo de 2008.
Charca de Maspalomas. En el primer año fue cuando se observó una media mayor de individuos (algo más de 13 ejemplares), para descender en el siguiente y mantenerse en los dos posteriores en una cifra de unas 6 aves. En el último año se ha vuelto a recuperar la media, alcanzando los 9 ejemplares.
La media anual de los ejemplares censados nos daría este gráfico:
Con respecto a la media acumulada de todas las áreas en cada uno de los años, la tendencia es, claramente, NEGATIVA con una disminución continuada de un 46% en estos cinco años (excepto en el año junio 2006 – mayo 2007) donde la cifra media disminuyó desde 21,77 a 11,69 ejemplares.
Sobre la base de los datos obtenidos del total de especies observadas en la costa de Gran Canaria, el año se puede dividir en cuatro períodos:
MAYO – JUNIO – JULIO (PERÍODO NUPCIAL): durante este período, disminuye la presencia de aves propiamente migratorias y la mayor parte de las observaciones (más del 50%) corresponden a las especies nidificantes.
AGOSTO - SEPTIEMBRE – OCTUBRE – NOVIEMBRE (PASO POSTNUPCIAL): ya desde la segunda mitad del mes de julio se observa un incremento total debido a la llegada de aves en migración.
DICIEMBRE – ENERO (INVERNADA): se trata, preferentemente, de aves invernantes que permanecen durante estos meses en nuestra isla.
FEBRERO – MARZO – ABRIL (PASO PRENUPCIAL): las aves migratorias regresan a sus áreas de cría en Eurasia.
Tomando como referencia estos diferentes períodos, la distribución interanual de los ejemplares de Chorlitejo patinegro es:
Se observan disminuciones continuadas tanto en el período MAYO-JULIO como en el de AGOSTO-NOVIEMBRE desde el primer año hasta el último. Concretamente, en el denominado período NUPCIAL, las observaciones se han reducido en más de un 50% (56,26%); y en el período POSTNUPCIAL han decrecido en un porcentaje aún mayor (62,60%). También se han visto menguados los avistamientos entre FEBRERO-ABRIL (período PRENUPCIAL), aunque en un porcentaje mucho menor (30,61%). El único incremento se ha comprobado en las aves en INVERNADA donde todos los años posteriores al primero (2004-2005) han presentado valores medios superiores.
4. LA VARIACIÓN INTERANUAL EN EL CÓMPUTO TOTAL DE AVES ACUÁTICAS. COMPARATIVA ENTRE CHORLITEJOS.
Hasta este momento, sólo hemos observado el caso concreto de Chorlitejo patinegro pero sería conveniente conocer también la evolución en el total de aves acuáticas en los lugares analizados de la costa grancanaria. En estos cinco años se ha comprobado la presencia de unas 60 especies de aves relacionadas con los humedales en las áreas analizadas, de las que la mitad (30) se pueden considerar de presencia regular en la isla. Como dato a destacar, en el estudio, no se han contabilizado las observaciones de dos especies de gaviotas, la "patiamarilla" y la "sombría". La evolución de la cantidad media de aves observadas sería la siguiente:
Ejemplar de Chorlitejo grande con plumaje invernal.
Es la especie de chorlitejo más numerosa en la costa de Gran Canaria
Podemos ver que el número medio de aves observadas ha tenido fluctuaciones a lo largo de los años, pero siempre con un incremento con respecto a la computada en el primero de ellos.
El número mayor de especies y total de individuos censados corresponde a las “limícolas”, grupo en el que se encuentra incluido el Chorlitejo patinegro, por lo que sería conveniente conocer la evolución de la media anual durante los diferentes períodos:
Si comparamos la media del total de las limícolas con la observada en el “patinegro” lo que vemos es que, mientras en éste la tendencia es claramente negativa (disminución de un 46,33%), para el total de este grupo es estable con variaciones relativamente pequeñas (en ningún caso superior a un 7%). Sin embargo, el Chorlitejo patinegro sigue siendo un ave todavía común ocupando el 8º puesto del ranking de las especies más observadas (con base a la media global de estos cinco años):
En esta lista de las 20 especies más numerosas aparecen los tres chorlitejos presentes en la isla. Sin embargo, el Chorlitejo patinegro no es él que tiene una media mayor ya que es superado ampliamente, llegando a ser cuadriplicados sus efectivos, por el Chorlitejo grande (muy numeroso en las salinas). Las tendencias serían:
5. CONCLUSIONES.
Es difícil adivinar la evolución de las observaciones de los ejemplares de esta especie en Gran Canaria pero, en base a los resultados obtenidos, es previsible que pueda continuar la disminución de los avistamientos, especialmente en el período de nidificación. De las tres áreas analizadas donde se han observado la cría de esta especie, solamente el entorno de la Charca de Maspalomas es utilizado con regularidad como zona de reproducción por 1-2 parejas y se trata de un lugar intensamente utilizado tanto por la población residente en la isla como por los turistas, con el incremento de los riesgos para la conservación del Chorlitejo patinegro en este punto concreto. Es necesario realizar un programa de conservación de la especie que conlleva la preservación de los hábitats y evitar, en lo posible, las molestias sobre los adultos o sus puestas. Es encomiable las medidas de concienciación de las personas que utilizan el espacio, pero los resultados (si se consiguen) de las mismas se verán a largo plazo y no se dispone tanto tiempo. Nos debemos centrar en medidas más directas y no malgastar los escasos recursos en aquellos de dudosa consecución. Se debe solicitar: restringir el paso por zonas de posible nidificación o incluso llegar a cerrar extensiones pequeñas de playa para la cría, disponer de personal que controle los accesos, protección de los nidos mediante estructuras metálicas (que evitaría la depredación de adultos y pollos por parte de animales domésticos -gatos- o gaviotas como aparece reflejado en el artículo publicado en la revista Quercus cuaderno 279 de mayo 2009 con el título Chorlitejos patinegros en Galicia, medidas para proteger nidos y puestas de Manolo Polo Aparisi y Milagros Álvarez Martínez) y llevar a cabo planes de recuperación de áreas con condiciones para la cría de la especie (especialmente, dentro de espacios naturales protegidos como el caso de Juncalillo del Sur). Si no es así, la desaparición del Chorlitejo patinegro será INMINENTE.
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1 comentario:
Soy miguel avelino,ante todo me he quedado impresionado con el gran trabajo que ha hecho el amigo Jose y totalmente de acuerdo con lo que comenta,eso si este año estamos de enorabuena pues dos parejas han criado con exito su primera puesta en una zona,muy meticuloso trabajo hecho por una persona que conoce bien a esta aves.
Y es un hecho que si no se hace nada desparecera no solo como nidificante sino como ave que llega nuestra isla,pues miesntras en Lanzarote y fuerteventura las poblaciones gozan de muy buena salud,en Gran canaria a uno le duele los ojos buscando chorlitejos patinegros y me ha encatado este TRABAJO MUY BUENO de una persona que le preocupa estas maravillas de aves,un saludo y muchas felicidades a Jose Garcia
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