Nos llamó muchísimo la atención de que el cuervo estuviera en el mismo sendero, sin espantarse, ni con muchos ánimos de levantar vuelo; sospechamos que le pasaría algo; y cierto fue ya que apenas era capaz de sobrevolar unos metros; tras 30 minutos intentado cogerlo, lo logramos.
Aparentemente no mostraba ninguna señal de daño físico, ni enfermedad; solo notamos que se le caían algunas plumas, solamente; y eso si, ¡menuda mala leche!; nos llevamos unos buenos picotazos...
Tras haber contactado con el agente de Medio Ambiente (Gracias a la mediación del Colectivo Ornitológico de Gran Canaria), acordamos hacerle la entrega en el cementerio de Las Lagunetas.
He de puntualizar que lo llevamos entre mi amigo Emilio y yo, alternándonos, ya que estaba lloviznando, lo llevábamos en la mano, los senderos que resbalaban y estábamos a 2 horas del punto de entrega, pero .... ¡mereció la pena!.
Hoy siento que hemos hecho algo en pro de esta especie que tan en peligro se encuentra..
Texto: Marcos Alonso
Fotografías: Marcos Alonso
2 comentarios:
Enhorabuena, y gracias por la labor. Leyéndola parece más fácil de lo que fue, seguro.
Pues eso, muchas gracias. Esperemos que se recupere aunque el hecho de que no volase sin estar herido me da muy mala espina.
Saludos Marga
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